evangelio que hable del perdon para tontos
Ciertamente no es fácil resistir a esas cúpulas, pero es deber de nosotros procurar los medios (aunque sea con nuestra oración diaria), para que el Evangelio toque sus corazones y así evitar todas las injusticias y desórdenes morales que vienen por la desidia de conversión de muchos de aquellos que dirigen nuestra sociedad.
Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: «Despide a la Familia; que vayan a las aldeas y cortijos de cerca de a apañarse alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado.»
5los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados.
Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre los que le temen; como dista el oriente del ocaso, Ganadorí aleja de nosotros nuestros delitos. R/.
16El pueblo que habitaba en tinieblas vio una faro grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una faro les brilló».
41el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un ajustado porque es preciso, tendrá retribución de ajustado.
A posteriori de purificar a los hombres por la cruz de su Hijo, de prepararlos como odres nuevos, Dios los hace partícipes de su evangelio de mateo misma Vida.
Cada excursión compartiremos un esquema para rezar, tomando como saco el Evangelio de la liturgia de cada día.
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Pidamos evangelio lectio divina al Espíritu Santo que nos guíe en nuestras decisiones diarias. Que nos ayude a discernir lo bueno de lo malo, lo exacto de lo injusto, lo que Dios quiere de nosotros.
El resucitado es el mismo que fue crucificado (no es un espíritu), lo confirma el hecho de que les muestra evangelio isaias sus evangelii gaudium manos y el costado, con las cicatrices de la crucifixión.
En una mente alborotada, en un caminar por la vida lleno de sinsabores, el Espíritu viene a ordenar, armonizar y poner todo en su justo lugar. Es entonces cuando sentimos esa libertad sin miedos que nos hace entregar nuestras manos, nuestra evangelion x asus voz y nuestro caminar , alzando la Cruz bien detención porque está derramada de Amor.
Cuando estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ningún de ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se cumpliera la Escritura.
Respecto a ellas les advierto, como luego lo hice antaño, que quienes hacen estas cosas no conseguirán el Reino de Dios.